- SUMARIO:
- REVISTA DE EXPERIENCIAS CLÍNICAS Y NEUROCIENCIAS
- Propiedades psicométricas de la Escala de Impulsividad de Barratt en una muestra de Buenos Aires
Pablo Luis López, Marcelo Cetkovich-Bakmas, Alicia Lischinsky, Dolores Álvarez Prado, Fernando Torrente Leer Resumen
- Síntomas depresivos en cuidadores primarios de pacientes con diagnóstico de esquizofrenia paranoide que acuden al consultorio de Psiquiatría de un hospital general de Lima, Perú
J. Martín Arévalo-Flores, Hever Krüger-Malpartida, Johann Vega-Dienstmaier Leer Resumen
- Estudio farmacoepidemiológico de la utilización de psicofármacos en pacientes internados
Ricardo Bolaños, Pablo M. Bazerque, Matías Nordaby, Miguel B. Miceli, Ricardo Saxton, Federido Pastore, Marcelo A. Estrin Leer Resumen
- Dossier: “HOSPITALES DE DÍA” Leer Resumen
- El Hospital de Día: historia y conceptualización
Juan Carlos Stagnaro Leer Resumen
- Esto no es un Hospital de Día. Abordaje de la investigación en Hospital de Día
Daniel V. Vigo Leer Resumen
- Cuando el Hospital se hace de día...
Susana Llimos, Carolina Pirovani, Claudia Oszlak, Marisa Cuini Leer Resumen
- Nuevos desafíos y actualidad de la práctica privada en los Hospitales de Día y otros dispositivos intermedios
Pablo Maureso Leer Resumen
- El Hospital de Día: una orientación por el síntoma
Daniel Millas Leer Resumen
- Entrevista a Lía Ricón sobre Hospital de Día Leer Resumen
- EDITORIAL
En general, los psiquiatras piensan su objeto entre los estrechos márgenes de su disciplina. Este recorte operativo es necesario para profundizar su conocimiento específico. Dicha maniobra epistemológica no es privativa de nuestra especialidad, sino que es compartida por casi todas las disciplinas en la historia de la ciencia moderna y fue llevada a su extremo con la superespecialización contemporánea. Su utilidad es grande cuando el paradigma filosófico -incluyendo el discurso social, político, económico, en suma, cultural- de una época se mantiene estable, consensuado, y permite el desarrollo histórico con un monto de contradicciones soportable para las relaciones entre los hombres.
Pero, cuando los hechos comienzan a mostrar anomalías crecientes en esa convivencia, los valores dominantes empiezan a ir contra la viabilidad de una cultura, los acontecimientos convulsionan la vida cotidiana, se infiltran conflictivamente en ella, y vuelven cada vez más difícil y hasta insoportable la existencia, comienzan a desagregarse aquellos consensos en todos los órdenes de la vida social.
El panorama de crisis que viene presentándose en la cultura en forma reiterada, acelerada en su frecuencia y cada vez más extendida en diversos países del mundo, convulsiona nuestro mundo contemporáneo. La psiquiatría en tanto disciplina de la vida psíquica patológica no puede ignorar ese contexto. Se impone entonces una mirada más allá de sus fronteras para re-situar su praxis en una nueva realidad. Es necesario preguntarse si los principios que subtienden sus supuestos básicos permanecen vigentes o deben ser revisados. Y es útil buscar en otros campos disciplinares las inspiraciones para pensar su posición actual.
Entre los muchos aportes que surgen de diversos horizontes es recomendable leer “El individuo que viene después del neoliberalismo”, del filósofo francés Dany-Robert Dufour, quien plantea una pregunta que pocos se hacen: ¿Cómo será el individuo que surgirá tras los cataclismos y las intervenciones globales del neoliberalismo? En otras palabras, nuestra práctica como psiquiatras se desarrolla en el marco ideológico de la trilogía de la modernidad neoliberal: producir, consumir, enriquecerse; como producto de la cual el tipo de individuo adaptado debe ajustarse a un perfil hedonista, egoísta, consumista, frívolo, obsesionado por los objetos. Un individuo que, alienado por los medios de comunicación de masas, introduce los dictados totalitarios del mercado en su conciencia y debe aceptar con indiferencia por el otro el monto de desigualdades, políticas de ajuste e impunidad, que se ensañan con los más débiles. Los oscuros buitres de la crisis que se encarnizaron con nuestros países latinoamericanos se han posado en el hemisferio norte con la misma crueldad, desnudando como nunca los mecanismos perversos del capitalismo financiero improductivo. “Hoy -dice Dufour- hasta la economía discursiva está sujeta al `quién gana más´. Cada una de las economías humanas están bajo la misma lógica: la economía psíquica, la economía simbólica, la economía política, de allí el hundimiento de la política. La crisis que atraviesa Europa muestra que cuanto más se profundiza la crisis, más la política deja la gestión en manos de la economía. Los circuitos económicos y financieros se apoderaron de la política”. Estos fenómenos determinantes de la construcción de subjetividad, productores de descompensaciones en los más vulnerables, enemigos de las políticas sociales inclusivas y de la Salud Pública gratuita e igualitaria, indiferentes a las condiciones laborales de los trabajadores de la salud, privatizadores de las prestaciones sanitarias, establecen, al menos por ahora y hasta que los pueblos los desplacen del poder, quienes diseñan la agenda social. Los psiquiatras, no están fuera de esa realidad convulsionada, ni como personas afectadas, ni como profesionales. Sus instituciones y sus prácticas tampoco. ¿Pueden sus teorías psicopatológicas, sus nosografías, sus terapéuticas mantenerse incólumes o deben ser revisadas a la luz de esos datos de la historia contemporánea?
Juan Carlos Stagnaro
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