Editorial POLEMOS
VERTEX - Revista Argentina de Psiquiatría
  Nº112 - Volumen XXIV
Noviembre/Diciembre 2013


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  • SUMARIO:
    • REVISTA DE EXPERIENCIAS CLÍNICAS Y NEUROCIENCIAS

      • La sociedad post-moderna como crisis de la comensalidad
        María Lucrecia Rovaletti     Leer Resumen

    • Dossier: “APOYO DE PARES: EXPERIENCIAS Y PERSPECTIVAS INTERNACIONALES”
      Coordinadores: Martín Agrest - Peter Stastny     Leer

      • La ayuda entre pares en AA. Reportaje a Raúl, participantes de AA por 30 años
        Martín Agrest      Leer Resumen

      • El Apoyo de Pares Intencional
        Shery Mead, Eri Kuno, Sarah Knutson      Leer Resumen

      • La Fundación Bipolar: el aprendizaje entre pares al servicio de la recuperación
        Guadalupe Morales Cano      Leer Resumen

      • Pares como compañeros de trabajo: entendiendo y respetando sus funciones
        Steve Harrington, María E. Restrepo-Toro      Leer Resumen

      • “Soy loco, pero estoy en red”: el proceso de capacitación con usuarios de servicios de Salud Mental para el trabajo de ayuda entre pares en la red de atención psicosocial de Río de Janeiro
        Catarina Magalhães Dahl, María Cecilia de Araújo Carvalho, Joana Moscoso Teixeira de Mendonça et al.      Leer Resumen

      • Pares especializados orígenes, resultados, dificultades y diseminación a nivel mundial
        Peter Stastny, Celia Brown      Leer Resumen

      • Ombudsman personal y toma de decisiones con apoyo
        Maths Jesperson      Leer Resumen

      • El aporte de los pares al trabajo en salud mental: consideraciones acerca de las relaciones entre los sistemas formales e informales de ayuda. Relato de una experiencia
        Sara Ardila Gómez, Martín Agrest, Daniel Abadi, Carmen Cáceres      Leer Resumen


    • EL RESCATE Y LA MEMORIA

      • Diderot y la Enciclopedia Francesa
        Norberto Aldo Conti

      • Delirio
        Arnulphe D’Aumont


    • LECTURAS Y SEÑALES

      • Las encrucijadas actuales del psicoanálisis, subjetividad y vida cotidiana
        Daniel Matusevich      




  • EDITORIAL
    Cada año nacen 758.042 argentinos y mueren 8878 menores de un año. Estos guarismos nacionales varían mucho según la provincia estudiada. La mayoría, 5751, de las muertes acaecen en los primeros 30 días de vida, sobre todo en la primera semana después del parto. Aunque las tasas de mortalidad infantil muestran un lento descenso, es necesario señalar que el 61% de las muertes neonatales obedecen a carencias evitables: mejor vacunación, vivienda digna y educación, sobre todo materna; un aumento de las medidas de prevención y tratamiento en el embarazo, el parto y en la atención del recién nacido las evitarían. Asimismo, durante el primer año de vida, se podría evitar el 67,4% de las muertes que ocurren en ese lapso. En los primeros cinco años, casi el 30% de los 1347 decesos anuales son por "accidentes domésticos" y sus secuelas. Y crece al 37,6% de las 1764 muertes ocurridas entre los 5 y 14 años, pero con una diferencia: aparecen los suicidios y las agresiones con sus secuelas. Los tumores malignos aparecen recién en el segundo lugar y las anemias y los trastornos nutricionales dejan de ser factores de riesgo y se vuelven enfermedades fatales.

    El Informe “Salud Materno Infanto Juvenil en Cifras, 2013” elaborado por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la UNICEF Argentina, basado en las estadísticas vitales del Ministerio de Salud, revela que los accidentes, las imprudencias y el suicidio desplazaron a las enfermedades entre las causas de mortalidad infantojuvenil, que, en conjunto, provocan el 66% de las muertes entre los 15 y los 24 años. Entre los 5 y los 14, si a esas causas fatales se suman las agresiones, la mortalidad llega al 30%. Las muertes por tumores y malformaciones congénitas quedaron relegadas al 14 y al 5,5%, respectivamente.

    A partir de los 15 años, las causas externas explican el 66,4% de las 6238 muertes anuales del grupo hasta los 24 años. El suicidio, las peleas, los accidentes en moto o automóvil y por imprudencias, como trepar paredes o bañarse en lugares inadecuados, causan el 61,5% de las muertes hasta los 19, y el 62% entre los 20 y los 24 años. En los más grandes, los accidentes incluyen los laborales. El suicidio provoca el 24,2% de las muertes entre los 15 y los 19 años y el 21,8% entre los 20 y los 24 años.

    El conjunto de factores actuantes para determinar estas cifras alarmantes para el país y su población requiere la adopción urgente de una serie de medidas tales como el refuerzo de los programas materno-infantiles de prevención pediátrica y de educación de las madres, un redoblado esfuerzo por el estudio de los factores productores de violencia familiar y social, la provisión de viviendas dignas implementando medidas que garanticen un crecimiento planificado de la urbanización, una adecuada educación vial, la construcción de infraestructura adecuada (rutas, señalización) y la regulación de todas las leyes y normas que hoy garantizan un entorno protector.

    Un capítulo especial debe dedicarse al estudio de las causas locales de la ola de suicidios de jóvenes.

    Toda sociedad tiene la responsabilidad ineludible de proveer un entorno protector para niños y adolescentes a través de la transmisión de valores como el respeto y el cuidado de la vida, y de hábitos como usar cinturón de seguridad o casco y no conducir bajo e efecto del alcohol. Todas ellas son medidas de prevención que deben aprenderse a edad temprana. Se puede medir el grado de convivencia democrática y de cultura de un pueblo por la forma en que trata a sus niños y adolescentes. Allí está su futuro, olvidarlo es condenarse a un presente doloroso e injusto y negarse toda proyección como comunidad viable, productiva y creativa que construya una existencia justa y en paz.

    Juan Carlos Stagnaro