Editorial POLEMOS
VERTEX - Revista Argentina de Psiquiatría
  Volumen XII— Nº43
Marzo/Abril/Mayo 2001


   Descargue este número en su PC

  • SUMARIO:
    • Dossier: “Bipolaridad”

      • Implicaciones de la señal AMPc en los trastornos afectivos
        J. Pérez y D. Tardito      Leer Resumen

      • El Costo del Trastorno Bipolar: la situación en nuestro medio
        S. Strejilevich      Leer Resumen

      • Actualización del tratamiento farmacológico del Trastorno Bipolar
        G. S. Jufe      Leer Resumen

      • Estados mixtos
        A. Lagomarsino     Leer Resumen

      • Terapéutica psicosocial del Trastorno Bipolar
        M. Marinelli      Leer Resumen

      • Algunos conceptos en torno al tratamiento del episodio depresivo en el Trastorno Bipolar
        G. García Bonetto      Leer Resumen

      • Psicoterapia de la enfermedad bipolar
        P. Retamal C. y V. Cantillano A.      Leer Resumen




    • Introducción

      El Trastorno Bipolar (o enfermedad maníaco-depresiva) ha do probablemente subdiagnosticado durante muchos años, a favor de un exceso de diagnóstico de esquizofrenia. De todas maneras, el tratamiento para ambas patologías era similar, sobre todo en el episodio agudo, en cuanto al uso de los antipsicóticos. Para la enfermedad maníaco-depresiva se contaba, además, sólo con el litio. Hoy las cosas han cambiado; los recursos farmacológico son mucho mayores, y su utilización mucho más compleja.

      Pero, lamentablemente, en una cantidad importante de casos, las respuestas que se obtienen no son óptimas y el número de recaídas continúa siendo elevado. Esto se debe, entre otras cosas, a la falta de conciencia de enfermedad por parte de los pacientes y sus familiares, y a la consiguiente poca adherencia al tratamiento. Es por esto que actualmente se pone especial énfasis en el uso de técnicas psicoeducativas, cuyo objetivo es facilitar el vínculo del paciente con su enfermedad y su terapéutica.

      Otra causa de respuestas no muy satisfactorias al tratamien to es la presencia de formas clínicas complejas (como las formas mixtas) que, aunque fueron clásicamente descriptas, fueron omitidas largamente por la comunidad psiquiátrica. Últimamente el acceso a mayor información científica ha incrementado el reconocimiento de esas formas clínicas por parte de los profesionales, y por lo tanto ha mejorado el pronóstico de esos pacientes. Dichas presentaciones requieren un habilidoso manejo profesional y el uso de variadas estrategias farmacológicas. Dada esta variedad cada vez mayor de formas clínicas, distintos autores hacen hincapié en la gran versatilidad de esta patología, la cual parece convertirse en el nuevo “gran simulador”. Los límites con otras patologías como el trastorno límite de la personalidad, las depresiones unipolares, y hasta las “alegrías” muy intensas, caerían rendidos a los pies del “espectro bipolar”. ¿Estaremos en riesgo de pasar de un subdiagnóstico a un sobrediagnóstico? Importantes progresos, aunque aún un poco lentos, se han producido en la comprensión de la fisiopatología del trastorno bipolar. A partir de nuevas y perfeccionadas técnicas, los investigadores han comenzado a adquirir conocimiento de los procesos neuronales alterados, no sólo a nivel de receptores sino también a nivel intracelular. Esto, además de permitir conjeturar sobre los mecanismos de acción de los medicamentos antirrecurrenciales actuales, repercutirá seguramente, en el descubrimiento de nuevas moléculas terapéuticas.

      VERTEX Rev. Arg. de Psiquiat. 2001, Vol. XII•Sería deseable que los abordajes farmacológicos no sean los criterios excluyentes para la inclusión de una patología en un determinado espectro. Probablemente esto se deba a la gran proliferación de recursos terapéuticos, o pretendidamente terapéuticos. Debemos ser cautelosos con las clasificaciones de los trastornos mentales, e incluir entre nuestras herramientas a la clínica, la psicopatología, la genética, la epidemiología, etc., para poder seguir pensando la complejidad de nuestro campo.

      Por otro lado, y como ya se mencionó, no tenemos aún datos sobre la incidencia del trastorno bipolar en la Argentina. Nuestro país necesita urgentemente disponer de un panorama claro de su realidad epidemiológica, sanitaria y económica, y el trastorno bipolar debería ser una de las prioridades. Nosotros, como psiquiatras, tenemos la responsabilidad de promover y desarrollar estudios epidemiológicos y programas de educación para la comunidad.

      Las numerosas asociaciones de psiquiatras de nuestro medio, así como los ámbitos universitarios y hospitalarios, deberían aplicarse al desarrollo de los mismos, contribuyendo, así, a una de sus más importantes misiones: mejorar la calidad de atención de la población.

      Es nuestra intención que los artículos de este Dossier ayuden a pensar algunos de estos conceptos.