Editorial POLEMOS
VERTEX - Revista Argentina de Psiquiatría
  Volumen XVI— Nº60
Marzo/Abril 2005


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  • SUMARIO:
    • Dossier: “Voces de la psiquiatría en España”

      • Emigrar en situación extrema. El síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple (Síndrome de Ulises)
        J. Achotegui      Leer Resumen

      • Salud Mental y diversidad (es): trabajar en red
        J. Leal Rubio     Leer Resumen

      • Nuevos roles en la familia
        T. Aragonés Viñes     Leer Resumen

      • Libertad de prescripción en España
        J. Molto, J.A. Inchauspe     Leer Resumen

      • Pensar lo impensable: una aproximación a "la psicosis"
        A. Capellá     Leer Resumen

      • Tendiendo puentes. Entrevista a Valentín Barenblit
        J.C. Stagnaro




    • Introducción
      A partir de 1975 España conoció cambios sociales y políticos determinantes para permitir su entrada en la Comunidad Económica Europea. Durante ese período la psiquiatría y todo el campo de la Salud Mental acompañaron las transformaciones en curso e inclusive sus cambios fueron más intensos que el promedio de aquellas.

      La ley que instauró el Servicio Nacional de Salud – promulgada el 25 de abril de 1986 – estableció la integración de los diversos sistemas (Salud, Seguridad Social, Ambulatorios, Hospitales y Servicios de Urgencia) que coexistían precedentemente. El Servicio Nacional de Salud reunió, así, al conjunto de los Servicios estatales y a los de las comunidades autónomas; su funcionamiento está regido por el Instituto Nacional de Salud (INSA-LUD) y, en algunas zonas, por el gobierno de las comunidades autónomas. Este último es el caso de Navarra, Andalucía, Cataluña, País Vasco, Valencia y Galicia. La ley establece el régimen, por convenciones, de la relación entre los establecimientos privados y los servicios públicos. Esta reorganización permitió unificar todo el gasto público en salud en un solo presupuesto y redistribuirlo en función de programas prioritarios.

      La organización territorial de los servicios de salud comporta tres niveles: 1) la Comunidad Autónoma, región con gobierno propio que define la política sanitaria y gerencia todos los servicios de salud; 2) las Comunidades Autónomas, a su vez, delimitan al interior de sus territorios las Áreas de Salud; estas unidades – que constituyeron la innovación fundamental del nuevo sistema – cubren una población de 200.000 a 250.000 habitantes y disponen de un hospital general encargado de la internación clínica, de las urgencias y de la atención por especialidades, la psiquiatría entre ellas; y, por último, 3) cada Área de Salud está dividida en Zonas Básicas de Salud que cubren entre 5.000 y 25.000 habitantes a través de Centros de Atención Primaria en los que trabajan en atención y prevención equipos multidisciplinarios en los que se incluyen especialistas (médicos, psicólogos y enfermeras) en Salud Mental.

      Sin embargo, luego de tan grande esfuerzo de modernización, actualmente las condiciones económicas del país y de su Seguridad Social provocan quejas en cuanto a las condiciones de prestación y de trabajo – cierto riesgo de desocupación comienza a insinuarse para los psiquiatras – en el Sistema de Salud español.
      En relación a los medicamentos cabe señalar que el beneficiario de la cobertura de la Seguridad Social debe pagar de su bolsillo el 40% del precio de los que consume (0% si es jubilado) y la libertad de prescripción es completa y total.

      Los tratamientos psicofarmacológicos, tanto en la psiquiatría de adultos como en la de niños, ocupan en España el centro de la atención, no así las terapias denominadas verbales. Hay un incremento pronunciado del uso de psicofármacos versus otras líneas de trabajo, fenómeno que se explica por la orientación de la formación universitaria enfocada hacia ese paradigma. Este es un aspecto importante de la atención que contrasta con lo que se practica en nuestro país en la atención pública y privada.

      La población española es, actualmente de algo más de 40.000.000 de habitantes. En 1999 había 3160 psiquiatras sobre 181.390 médicos. La proporción de especialistas según las últimas estadísticas más completas sería de 5 psiquiatras cada 100.000 habitantes.
      Una proporción importante de los psiquiatras trabaja en los servicios públicos. La formación en la especialidad se hace a través del MIR (programa para Médicos Internos Residentes) que ofrece alrededor de 130 cargos; muy escasos en número, según diversos observadores, para cubrir las necesidades reales del campo de la especialidad.

      Los psicólogos clínicos, una categoría profesional particularmente importante en España y numerosa en los servicios públicos de Salud Mental, reciben una formación a través del programa PIR (Psicólogos Internos Residentes) al que se accede por concurso similar al modelo de las Residencias médicas. Los programas MIR y PIR tienen una duración de tres años y comportan actividades en servicios de psiquiatría y estudios teóricos bajo la forma de cursos de especialización. Sobre ese panorama general se recortó, con perfil propio, la reforma española en la atención psiquiátrica de los años ´80. La misma constituye una experiencia singular de profundas enseñanzas; inclusive – aunque con mucha prudencia por diferencias históricas y socioeconómicas – para nuestro país, debido a la proximidad cultural, lo que permite reflexiones más próximas que con los cambios en la atención de otros lugares del hemisferio norte.

      Una particularidad de la ley de 1986, a pesar de su carácter novedoso, es que no considera a la psiquiatría infantil como especialidad con un diploma particular; una carencia que genera diferencias de criterio entre los catedráticos de pediatría y de psiquiatría.

      Sin embargo, contradictoriamente, existen numerosos Servicios y cátedras de psiquiatría infantil.

      Vale recordar que en el campo de la infancia y de la adolescencia los aportes efectuados por María Luisa Siquier, Beatriz Salzberg, Joseph Knobel y otros colegas argentinos emigrados, que fundaron en Barcelona la Escuela Psicoanalítica de Niños y Adolescentes en 1992, permitieron el acceso de muchos profesionales españoles a la formación en esa área específica.

      Los intercambios entre los psiquiatras argentinos y españoles se han incrementado en los últimos años por vía de Congresos, Jornadas y pasantías. Seguramente más de argentinos en la península que de españoles en nuestro país. Estas actividades deberían incrementarse sensiblemente ya que el beneficio mutuo sería innegable para ambos cuerpos profesionales. La consulta en Internet de sitios varios (universitarios, hospitalarios, estatales, etc.) sobre temas ligados a la Salud Mental resulta una visita estimulante para conocer detalles de la organización sanitaria y estudiar la producción científica de los especialistas españoles.

      En este Dossier de Vertex presentamos con el título "Voces..." una pequeña muestra del polifacético campo de la Salud Mental en España. Para organizarlo, nos beneficiamos de la estancia de trabajo que realizó uno de nosotros (Hugo Massei) por el Instituto Catalán de la Salud durante un año y medio, lo que nos permitió reunir información y coordinar la publicación con el equipo de nuestros corresponsales en Barcelona liderados por el querido maestro de la psiquiatría argentina Valentín Barenblit, miembro conspicuo de nuestro Comité Científico. Él seleccionó a un grupo de destacados colegas a los que se les solicitaron sendos trabajos. La nueva conformación de la familia y los desafíos psicosociales que esa transformación acarrea, la reforma psiquiátrica, la reflexión psicopatológica, la utilización del recurso psicofarmacológico y las consecuencias psicosociales de la migración, son los tópicos visitados por los autores que participan de este Dossier que esperamos contribuya a ampliar el intercambio entre los psiquiatras argentinos y españoles.

      Coordinación: Hugo Massei – Juan Carlos Stagnaro